Hace unas semanas, en un almuerzo familiar le preguntaron qué es lo que quería estudiar y respondió muy seguro de sí mismo "Ingeniería Empresarial" carrera que nunca había escuchado en mi vida; pero sin restar importancia a su respuesta me sorprendió la seguridad de sus palabras, pues recuerdo que a su edad yo divagaba entre literatura, comunicaciones o antropología, nombres más familiares.
¿Acaso los jóvenes de hoy en día tienen una mejor perspectiva de su futuro al tener más acceso a la información? ¿Qué van a querer ser cuando sean grandes los niños de ahora que nacieron con el PS, Wii, Xpheria, Iphone.... etc, etc, etc? Por último ¿Los adolescentes de hoy en día ya tienen un plan de vida? ¿Es bueno o malo que lo tengan .... o que no lo tengan?
Pronto recordé un artículo que me envió hace algún tiempo la Ps. Giannina Juárez sobre este tema:
“¿Qué quieres ser cuando seas grande?”, es una pregunta frecuente hecha a los niños cuando son pequeños. Cuando crecen y entran a la etapa de la adolescencia vuelven a enfrentarse a dicha pregunta, pues ahora ya son grandes, y se espera que decidan la carrera con la que viabilizarán su vocación y los intereses profesionales, propios o de los padres.
“¿Qué quería ser yo cuando era niño?”… Algunos jóvenes a los que hicimos esta pregunta respondieron sonrientemente con el nombre de algún súper héroe o su personaje preferido de la infancia para gracia de todos los presentes: “Yo quería ser Popeye!”. Otros se dieron cuenta que lo querían ser antes, ya no lo deseaban desde que se enteraron bien de los requerimientos y exigencias de la profesión: “Quería ser ingeniero químico como mi tío, pero no me gusta la química y soy pésimo con las matemáticas”. Unos pocos, los más esquivos respondieron “Yo?... yo naa…no me acuerdo”.
“¿Qué quieres ser cuando seas grande?”, es una pregunta frecuente hecha a los niños cuando son pequeños. Cuando crecen y entran a la etapa de la adolescencia vuelven a enfrentarse a dicha pregunta, pues ahora ya son grandes, y se espera que decidan la carrera con la que viabilizarán su vocación y los intereses profesionales, propios o de los padres.
“¿Qué quería ser yo cuando era niño?”… Algunos jóvenes a los que hicimos esta pregunta respondieron sonrientemente con el nombre de algún súper héroe o su personaje preferido de la infancia para gracia de todos los presentes: “Yo quería ser Popeye!”. Otros se dieron cuenta que lo querían ser antes, ya no lo deseaban desde que se enteraron bien de los requerimientos y exigencias de la profesión: “Quería ser ingeniero químico como mi tío, pero no me gusta la química y soy pésimo con las matemáticas”. Unos pocos, los más esquivos respondieron “Yo?... yo naa…no me acuerdo”.
¿Dónde quedan
nuestros sueños de la infancia cuando no los realizamos? ¿Olvidados en la
memoria? Por qué es que los olvidamos si la condición era que “seamos grandes” y ya lo
somos. Frecuentemente, lo que sucede es
que ante una idea “descabellada” de un niño fantasioso, no falta un adulto
“realista” que ponga nuestros pies en el
suelo.
Toda empresa,
plan o meta se inicia con ello, con desearlo y concebirlo como un sueño, pero
la realización de un plan de vida real
no se levanta sólido sobre sueños, sino sobre acciones.
¿Cuántos de los
jóvenes en secundaria tienen ya planificada su vida?, si para muchos de
nosotros adultos y profesionales, la sola idea de pensar en lo que haremos esta
semana es incierta, ¿cómo saber qué haremos en un mes o un año o en cinco?
El dirigir las
acciones en función a un plan de vida
entraña una concepción del mundo a la cual nuestra población juvenil no está
acostumbrada; por ello van tomando decisiones en función de lo que la vida les
presenta y no en función a la meta que tienen para su futuro.
¿Cómo realizar un plan de vida?
Si bien hacer
tal proyecto, el más importante, entraña una valoración de factores sociales,
económicos y familiares los cuales pueden actuar como un apoyo o una dificultad
para la realización de tu plan. Pero no
veas los problemas que estos te puedan plantear como obstáculos sino como retos
a vencer para planificar mejor tu vida.
A continuación proponemos estos lineamientos generales, prácticos y
útiles:
- Todo inicia con un deseo, uno fuerte, recurrente; aún no lo catalogue como “posible” o “imposible”.
- Conócete a ti mismo: evalúa tus Fortalezas o virtudes, las Oportunidades que se te pueden presentar, tus Debilidades o defectos; y aquellos factores externos que pueden Amenazar la realización de tu sueño. Es decir un análisis tipo FODA.
- Define claramente cuál es tu misión en la vida ¿Qué quieres hacer?.
- Y visualiza claramente cómo vas a hacerlo, ¿Qué pasos necesitas seguir para conseguirlo?
Cuando uno es
pequeño la responsabilidad directa de lo que se suceda en la vida del niño es
de los padres; pero cuando uno ya es
adolescente, un joven de hoy en día, con capacidad de decisión y
discernimiento, ya no es aceptable responsabilizar a los padres por no hacer lo
suficiente por nosotros.
“Hagamos los
sueños realidad” es más que un bonito lema,
casualmente usado por el Rotary Internacional hace algunos años; es una
invitación a atrevernos a soñar, y una exhortación a cumplir esos sueños. ¡Haz
algo grande con tu vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario