Esta es una lectura que escuché algunas semanas atrás y no podía dejar de pasar la oportunidad de ponerla a su alcance.Estas bellas palabras están dirigidas a toda persona que quiere aprender cada día tan solo por el amor a la sabiduría.
... Que la paz tuya, no será producto de ninguna compañía exterior, sino de la sublime reflexión que nace en los Hombres reencontrados en la interioridad de su Ser.
... A ser fuerte, para ser Fiel, en todos los planos de tus sentimientos, pues como dijo Eurípides, "en el alma del débil, muy pronto halla asilo la traición".
... A Discernir, discernir siempre, y en cualquier situación, allende tus emociones y opiniones pasajeras. El Discernimiento es producto de la serenidad mental. Así, trata tú de ser sereno. Una mente intranquila está siempre en peligro de perder el Sendero. No hagas de los balbuceos de tus opiniones, timoneles del barco de tu vida, sino quieres hacerlo encallar en las rocas de la tragedia.
... A tener el corazón inocente de los niños. Cree en los hombres como en ti mismo crees, no los prejuzgues ni critiques. Ellos son tus compañeros de ruta y andan con tus mismos pasos la dura senda de la vida, pasos que son mitad de luz y mitad de tinieblas. Tiende el piadoso manto de tu comprensión ante sus caídas y exalta sus aciertos para que se sientan afianzados en ellos.
... A no identificarte con tu mente. Ella, como tu cuerpo, es sólo uno de los laboratorios que utiliza tu SER para su re-encuentro. Abre tus puertas y ventanas, deja que penetre el sol de la Sabiduría. No hables de Libertad mientras te sientas esclavo de ideas circulares. Ellas suelen ser prisiones más oscuras que las otras, las que sólo encarcelan cuerpos físicos.
... A olvidar. No te guarezcas en la cueva de los recuerdos agrios. Ellos son apego peligroso de tu psique, y maleza que desdibuja las formas del Sendero Espiritual. Desafía con sabiduría interior al mal recuerdo, y en el lugar ya vacío de su alimaña, siembra el blanco nardo del olvido para que renazca en ti la verdadera Vida, que se alimenta de las mieles del perdón sincero.
... A no hablar de unión con tus labios, y de división en tu corazón.
... A cumplir con tu deber, por doloroso que sea.
... A comprender, por difícil que te resulte.
... A Dar, aunque tu egoísmo te conmine a retener.
... A ser fiel a tu Yo Celeste.
... A estar siempre feliz, porque los estados pesarosos son engendros de la ignorancia, y, en cambio la felicidad es hija de la Sabiduría.
Si todo esto aprendes serás un auténtico filósofo, un Hombre no sólo de Ideales, sino ENCARNACIÓN VIVA DE IDEALES, particularmente de uno, ése que nosotros estamos empeñados en sembrar, por los caminos de la tierra... en el corazón de los Elegidos de la Tierra...
KRUMINÉ - ARGENTEO
Lectura extraída por charo Quezada y publicado en la GUÍA ESCOLAR el 15-09-2008.
... Que la paz tuya, no será producto de ninguna compañía exterior, sino de la sublime reflexión que nace en los Hombres reencontrados en la interioridad de su Ser.
... A ser fuerte, para ser Fiel, en todos los planos de tus sentimientos, pues como dijo Eurípides, "en el alma del débil, muy pronto halla asilo la traición".
... A Discernir, discernir siempre, y en cualquier situación, allende tus emociones y opiniones pasajeras. El Discernimiento es producto de la serenidad mental. Así, trata tú de ser sereno. Una mente intranquila está siempre en peligro de perder el Sendero. No hagas de los balbuceos de tus opiniones, timoneles del barco de tu vida, sino quieres hacerlo encallar en las rocas de la tragedia.
... A tener el corazón inocente de los niños. Cree en los hombres como en ti mismo crees, no los prejuzgues ni critiques. Ellos son tus compañeros de ruta y andan con tus mismos pasos la dura senda de la vida, pasos que son mitad de luz y mitad de tinieblas. Tiende el piadoso manto de tu comprensión ante sus caídas y exalta sus aciertos para que se sientan afianzados en ellos.
... A no identificarte con tu mente. Ella, como tu cuerpo, es sólo uno de los laboratorios que utiliza tu SER para su re-encuentro. Abre tus puertas y ventanas, deja que penetre el sol de la Sabiduría. No hables de Libertad mientras te sientas esclavo de ideas circulares. Ellas suelen ser prisiones más oscuras que las otras, las que sólo encarcelan cuerpos físicos.
... A olvidar. No te guarezcas en la cueva de los recuerdos agrios. Ellos son apego peligroso de tu psique, y maleza que desdibuja las formas del Sendero Espiritual. Desafía con sabiduría interior al mal recuerdo, y en el lugar ya vacío de su alimaña, siembra el blanco nardo del olvido para que renazca en ti la verdadera Vida, que se alimenta de las mieles del perdón sincero.
... A no hablar de unión con tus labios, y de división en tu corazón.
... A cumplir con tu deber, por doloroso que sea.
... A comprender, por difícil que te resulte.
... A Dar, aunque tu egoísmo te conmine a retener.
... A ser fiel a tu Yo Celeste.
... A estar siempre feliz, porque los estados pesarosos son engendros de la ignorancia, y, en cambio la felicidad es hija de la Sabiduría.
Si todo esto aprendes serás un auténtico filósofo, un Hombre no sólo de Ideales, sino ENCARNACIÓN VIVA DE IDEALES, particularmente de uno, ése que nosotros estamos empeñados en sembrar, por los caminos de la tierra... en el corazón de los Elegidos de la Tierra...
KRUMINÉ - ARGENTEO
Lectura extraída por charo Quezada y publicado en la GUÍA ESCOLAR el 15-09-2008.
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